Una pandemia que se llevó mas que seres humanos. Se llevó la memoria colectiva, implantando individualismo y crueldad. Una guerra de pobres contra pobres se combate diariamente frente a la intolerancia de una opinión distinta. En el medio, una radio, un diario, un noticiero parloteando repetidas mentiras, que le susurra al oído el dueño de la tierra. Cipayas declamaciones resuenan sobre estrados de un Congreso que esta sediento de sangre. En el medio, un vacío que es llenado con rutinarias actividades que el capataz inmobiliario canturrea a los oídos de unos conejillos de indias, siendo acatadas sin mediar pensamiento. El trabajador, como ratón de laboratorio es lo dejó la pandemia. Un experimento de país. Un lavaje de cerebro, con estímulos de pantallas intermitentes para insultar a jubilados en una plaza y aplaudir que los uniformados pongan orden al laboratorio. En el medio, alguien abre los ojos llorando por tanta sangre que corre desde las fabricas cerradas. Y el medio...
Capítulo 4 Desidia Hambre en la ciudad capital. C aen cartones de los balcones en la nueva Roma. Varias personas en las calles esperan, con brazos anhelantes, las migajas que brindan, mezquinamente, las pelucas enjoyadas del barrio. Indicios de maldad. Mezquindad e indiferente emergen del resentimiento clasista del dueño del petróleo; en un lago escondido lava el oro incaico manchado de sangre. Invirtiendo están, el dueño y el patrón, en una casa rosa donde pululan payasos con bisoñés dorados. Atisbos de esclavitud. Puentes hacia un precipicio que construimos día a día en comunidad. Un conjunto de personas viviendo en un mismo territorio pero sin mirarse a la cara. Gente que se inmola en plazas pero nadie los mira. Todos agachan la cabeza y continúan produciendo lo que el patrón manda. Signos de la desidia. Una almita camina por este sendero juntando cartones, trotando en trueques de supervivencia. Escucha el tren a lo lejos, una almita desea el dulce...