Latir a través del cosmos. Dejar que el cuerpo hable el idioma de los astros. En el gen más ínfimo de nuestro ser está impregnada la creación del universo. Raíz, despertar, amor, deseo, cálido, azul, intenso. Mareas de la luna navegan por las cuencas de los ojos de los que despiertan al amor astral. Caminos donde tus vidas pasadas te abrazan danzando al sueño creador. Un perdonar, una asimilación con el agua que te vio nacer. Fundirse con las estrellas en una vibración solar. Somos uno en el tiempo cósmico.
Pez Interestelar